Lamentablemente, este mensaje no es un caso aislado. Es la cruda realidad que enfrentan muchas personas alrededor del mundo que desean tener animales salvajes como mascotas por múltiples motivos: amor mal entendido por los animales, exhibicionismo en las redes sociales o incluso para presumir ante amigos y conocidos. Sin embargo, detrás de este deseo se esconde solo maltrato animal, corrupción y destrucción de hábitats naturales. Es fundamental concienciar sobre las verdaderas consecuencias de esta práctica y fomentar un respeto genuino por la fauna.

Este es el mail que recibíamos:

En este caso, no se nos ocurrió una persona mejor que Itsaso Vélez del Burgo, directora del Lwiro Primates Rehabilitation Center. Su dedicación y valentía al rescatar chimpancés en una de las zonas más peligrosas del mundo, especialmente siendo mujer, son inspiradoras. Por esta razón, y dado que este es uno de los proyectos que apoyamos cada año, recurrimos a su experiencia para ofrecernos la respuesta más educativa y completa posible.

Buenos días SaXXXXXXXX,
Gracias por tu mensaje y por mostrar interés en los primates. Sabemos que tu deseo de tener un mono como compañero proviene del cariño hacia los animales, pero queremos compartir contigo algunas razones por las que, aunque parezca una buena idea, esta decisión puede ser perjudicial tanto para ellos como para el medio ambiente.
Es importante entender que los primates no son mascotas. Son seres salvajes con necesidades muy específicas que no se pueden satisfacer en un hogar. Son animales sociales que, en su hábitat natural, viven en grupos donde aprenden, se cuidan y desarrollan vínculos profundos con sus congéneres. Separarlos de su familia, especialmente cuando son tan pequeños, tiene consecuencias devastadoras. La madre suele ser asesinada en el proceso, y la cría queda traumatizada y desorientada. A partir de ese momento, su vida estará marcada por el sufrimiento.
Además, el mono que hoy parece un animal tierno, al crecer se enfrenta a una serie de problemas. Sin la compañía de otros de su especie, muchos desarrollan comportamientos agresivos y sufren de estrés crónico. A menudo, cuando esto ocurre, los propietarios no saben cómo manejar la situación, lo que puede llevar al abandono, el encierro o, en el mejor de los casos, al traslado a un centro de rescate. Sin embargo, una vida en cautiverio nunca será como la que tendrían en la naturaleza.
Otro punto clave es el tráfico ilegal de especies. Muchos de los primates que terminan como mascotas provienen de prácticas muy crueles, y algunas especies se encuentran en grave peligro de extinción debido a este comercio. Cada vez que alguien compra o “adopta" un mono, está contribuyendo, aunque sin saberlo, a la caza y la destrucción de su hábitat.
Es importante recordar también que en muchos países la tenencia de primates como animales de compañía está prohibida por la legislación. Esto no solo es una medida para proteger a los animales, sino también para salvaguardar la salud de las personas, ya que los primates pueden transmitir enfermedades que afectan a los seres humanos.
Si realmente te preocupa el bienestar de los primates, te animamos a considerar otras formas de apoyo, como contribuir a santuarios que los cuiden, apadrinar alguno de ellos de manera simbólica o, incluso, ayudar a difundir información para que más personas se sumen a la causa de proteger a estos maravillosos animales en su entorno natural.
Te invito a informarte más sobre los daños que causa el tráfico de primates y las alternativas que podemos apoyar para garantizar su bienestar.
Gracias por tu comprensión y por ser parte de un cambio positivo para estos animales.
Saludos,

Si deseas colaborar con proyectos reales de conservación y apoyar a esos animales que te enamoran – desde primates y felinos, hasta elefantes o ballenas – la forma más eficaz es realizar una donación. Lamentablemente, contribuir económicamente es lo que más necesitan estos proyectos, especialmente aquellos ubicados en zonas remotas, para seguir luchando contra las mafias y los furtivos, educar a las comunidades locales y generar un impacto real en la protección de la fauna.

Es fundamental conocer a fondo los proyectos y a las personas que están detrás de ellos, para evitar caer en iniciativas fraudulentas en las que el dinero no llega a quien realmente lo necesita. Estos proyectos suelen situarse en países o áreas de conflictos armados o en entornos de pobreza extrema, donde la corrupción es frecuente y los valores que tenemos en otras partes del mundo no se aplican de la misma manera.
Toda ayuda es valiosa. Puedes colaborar con una donación, desde 1 € en adelante, según tus posibilidades, y también compartir en redes sociales el trabajo que realizan estos proyectos para darles mayor difusión. Así, más personas podrán conocer y aprender sobre realidades que rara vez salen en los medios de masas.
Te recomendamos ver el documental grabado en Lwiro y en la zona en la que se encuentra este proyecto en Congo. Búscalo en Google y accederás a Radio Televisión Española, donde, con tan solo registrarte, podrás conocer una realidad que ocurre día a día en este planeta que compartimos.

Aquí te dejamos algunos links que puedes consultar:
En Madrid, puedes visitar Rainfer
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